La bolsa y la Vida

Bitácora de divulgación de la cultura financiera y bursátil

Lodazal

Esperamos que estos días de fiestas hayan sido generosos con ustedes. No hablamos tanto de lo material, en lo cual también le deseamos lo mejor, sino en esos otros aspectos inmateriales que nos hace la vida más soportable: el afecto y la interrelación con las personas que nos quieren y a las que queremos.

En ‘La Bolsa y la vida‘ de este primer sábado de 2012 vamos a volver sobre un tema que ya hemos tratado en diversas ocasiones: las inversiones en participaciones preferentes y en obligaciones subordinadas. Hace algunos años, las entidades financieras ofertaron estas invesiones a sus clientes como productos seguros, donde el capital invertido estaba garantizado y que les proporcionaría una renta fija. Ya advertimos hace tiempo, y también lo hizo la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que esos productos escondían, detrás del nombre y de las bondades con las que se nos vendían, una deuda perpetua y que podríamos tener problemas en el caso de que quisiéramos recuperar el 100% del capital invertido.

Por desgracia, nuestros vaticinios se han cumplido, y en estos días, muchas personas que han invertido sus ahorros en dichos productos tienen que decidir que hacer con esas inversiones y se sienten con razón engañadas. Un buen número de entidades financieras estás ofreciendo a sus clientes el canje de sus participaciones preferentes y obligaciones subordinadas, productos financieros de renta fija, por acciones o bonos convertibles en acciones, productos financieros de renta variable. En muchas de las propuestas, el aceptar el canje lleva asociada la pérdida de parte del capital invertido, ese que nunca íbamos a perder según la entidad que nos las vendió. Además, usando una expresión popular, son lentejas: o aceptas el canje que te ofrecen por productos de renta variable o sigues con tus ahorros invertidos en unos productos de incierto futuro que se cotizarán en un nuevo mercado llamado «SEND» y cuyo precio dependerá de la oferta y demanda.

En conclusión: lo que se nos vendió como un producto de renta fija y con garantía de recuperar el 100% de la inversión se va a convertir, aceptemos el canje o no, en un producto de renta variable cuyo precio dependerá de la cotización de los mercados. Estamos echando en falta que las entidades financieras que colocaron esos productos, en sus mayoría a personas mayores, como los idóneos para garantizar una buena rentabilidad de sus ahorros para su jubilación, expliquen y asuman responsabilidades sobre lo que está sucediendo. También echamos de menos una reflexión, personal y colectiva, de los empleados de las entidades financieras sobre como, abusando de la confianza que los clientes tenían en ellos, les han colocado ‘gato por liebre’.

Como ya hicimos hace unas fechas, les animamos a informarse, asociarse y defender de manera colectiva sus derechos a través de las ‘Plataformas de Afectados’ que están creando asociaciones como ADICAE u otras.

Desde su toma de posesión, los escuchantes nos piden que hablemos del nuevo Gobierno y de las medidas adoptadas. Dije la semana pasada que es pronto para sacar conclusiones definitivas y lo sigo manteniendo. Más cuando un buen número de medidas se reservan para incluirlas en los Presupuestos Generales que se presentarán en Marzo y otras están pendientes de las negociaciones abiertas entre los agentes sociales. En todo caso, las medidas adoptadas y las que se adoptarán, están inscritas en un pasado, presente y futuro al que nos referíamos en nuestro artículo publicado ayer y que titulamos ‘Yo acuso’. Nadie quiere asumir su responsabilidad en haber llegado a la situación actual. Ni tampoco asumir que se ‘engaña’ a los ciudadanos, antes y ahora, prometiendo cosas que se sabe que no se van a poder cumplir.

Pero ese artículo acababa con un párrafo que creo que la clave de todo: «No nos engañemos porque, digamos lo que digamos, somos nosotros, todos nosotros, los que permitimos que las injusticias generadas por el modelo económico vigente puedan existir». O tomamos conciencia de ello y actuamos o seguiremos enfangados en el mismo lodo durante años y años.

Acabaremos el programa hablando de otras de las paradojas del modelo económico vigente, como bien nos recuerda un escuchante: ¿Cómo puede existir un crecimiento negativo? Les invitamos a que las consultas, dudas y sugerencias que tengan sobre el mundo de la economía y las finanzas las envíen a: labolsaylavida@rtve.es .


No es un día cualquiera‘ se emite los sábados y domingos, entre las 8 y las 13 horas, en Radio Nacional de España.Toda la información sobre el programa pueden seguirla en su web y en su Facebook.

7 COMENTARIOS

  1. Hola Paco. ¿Qué tal si la liamos? No te asustes; que no hablo de iniciar un conflicto.
    Si quieres míralo en mi blog. No quiero utilizar tus comentarios para explayarme. Gracias y un afectuoso saludo.

  2. Con todos mis respetos, siento que los comentarios haya que escucharlos en un programa en el que al minuto siguiente los contenidos son para olvidar lo oído anteriormente. Si el programa tiene verdadero interés en este espacio, debería hacer verdaderos monográficos y no anécdotas.

    Repito: con todos mis respetos.

  3. Paco, si tú eres «cenizo», ojalá tuviéramos muchas personas como tú, para ver si con esa ceniza conseguimos sepultar los tentáculos de lava de los especuladores sin alma…
    Totalmente de acuerdo con tus acusaciones, y también con la pasividad general de la ciudadanía, aunque dentro de ella hay muchas personas (no hay más que ver los comentarios a tus entradas) que están intentando hacer algo distinto y ser más coherentes. Yo también intento hacer lo que puedo, pero siento que necesitamos un cauce común que aglutine tantas iniciativas particulares y poco conocidas que debe de haber por ahí…
    Sirviéndome del guante que has lanzado con el «Yo acuso», comparto aquí un poema que escribí hace unos días, y que va un poco en esta línea, pero con un aliento de esperanza…

    A PESAR DE LOS MERCADOS

    Pone vuestra tarjeta de visita
    que “Mercados” es vuestro común nombre.
    Pero vuestra sombra calma nos quita:
    “Salteadores” es vuestro sobrenombre.

    Decís: «Por culpa de vuestra estulticia
    lo que no ganabais habéis gastado.»
    Pero calláis que fue vuestra avaricia
    la que puso el crédito a nuestro lado.

    En toda cumbre nos aseguráis
    tener la receta para este mal,
    pero con varas y palos nos dais…,
    eso sí, del árbol neoliberal.

    Decíais: «Hace falta un millar
    de recortes en este presupuesto.»
    Pero solo nos queréis humillar,
    dejarnos endeudados, con lo puesto.

    Pues que sepáis, Mercados, que no trago
    que os convirtáis en mi único dueño,
    que podáis deshacer lo que yo hago…:
    ¡Hay un mundo mejor con el que sueño!

    No os importa que me suban el gas.
    Con la tarifa de último recurso
    que me consuele… ¡Pero ganáis más
    quitando hasta el último recurso!

    ¿Recordáis que yo os presté ayuda
    cuando la fábrica se os inundó?
    Mas no veo que nadie a mí acuda
    desde que esa empresa me despidió.

    Os vendí muy barato aquel terreno
    que recalificó el ayuntamiento.
    Hoy, con mucho sudor, fregando peno
    para daros la entrada ¡de un cimiento!

    ¡Y por no mencionar todas las veces
    que he amasado el pan que habéis comido,
    que he limpiado las calles de heces
    caninas que no habéis recogido!

    ¡Ah, lo que os aterra es que el mundo avanza!
    ¡Latido unísono de humano empeño
    es el bien común, crisol de esperanza!
    ¡Esperanza del mundo en el que sueño!

    Antonio Tomás Cortés Rodríguez, 2-I-2012

    • j’aimerai savoir si le journal aurai fait la même chose si cela avait été une affaire avec un attentat d’extrême droite.malgré leur &lpoqu;&nbsa;grande gueule » les journalistes de Charlie hebdo, s’aplatissent devant la peur des représailles des musulmans radicaux en réagissant vraiment très mollement comme d’ailleurs tous ceux qui s’emballent lorsqu’il s’agit de parler d’atteinte à la laïcité, de racisme (sauf anti-blancs), etc, etc…

  4. Hola,
    Yo conozco a una persona que ha estado un año vendiendo estos productos, las preferentes, y puedo asegurar que los empleados de banca no han engañado a los clientes. Son ellos los primeros engañados, pues las preferentes eran un producto que a los gestores/asesores se les indicaba como garantizado.
    El problema ha venido cuando la CNMV ha querido meter mano, saber exactamente el valor de ese dinero y, por tanto, ha obligado a las entidades financieras a que las preferentes sean un producto que cotice. Lo cual, me parece muy correcto.
    Pero lo que quiero hacer ver es, que como siempre, se culpa y se mete en el saco a los empleados de banca, y se les debería diferenciar más de los banqueros.
    Que empleado y banquero, no son lo mismo, y la mayor parte del tiempo la primera persona engañada por el banquero es el empleado.

  5. Yo tb acuso. No estoy de acuerdo con Pepa Fdez, yo no viví por encima de mis posibilidades, no me he beneficiado de las vacas gordas, no me he comprado piso, ni cochazos, no…yo no soy responsable. ¿por qué tengo que pagar por una crisis que no he originado?
    ¿cómo es que politicos que sí son responsables, siguen ahí, los mismos, dando consejos y exigiendo.Sin renunciar a sus privilegios, de los que muchos ni siquiera son conscientes (salvados Durán i LLeida)

    Qué autoritas tienen?
    ¿puede el populus iniciar acciones legales? ¿cómo pedir responsabilidades? estamos indefensos? dónde está el estado de Derecho?
    Saludos de ciudadana

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